El cierre de la trilogía galáctica Guardianes de la galaxia enterneció los corazones del público. La historia sobre el origen de Rocket Racoon logró que miles de personas alrededor del mundo se sintieran identificadas con una nutria y un mapache creados digitalmente. Con más de 770 millones de dólares generados a nivel global, la película se puede considerar un éxito total. Su buena recaudación comercial es una prueba del impacto del mensaje en la audiencia y este fue reconocido por la organización PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales). ¡Atención, spoilers más adelante!

La tercera entrega contiene imágenes sensibles acerca de los experimentos que realizó el Gran Evolucionador en Rocket, Lylla, Piso y Dientes para alcanzar la perfección. Los flashbacks que se pueden apreciar muestran a los animales y la crueldad a la que son sometidos. La experimentación en animales como sujetos de prueba para productos de maquillaje y diferentes procedimientos médicos es un tema que PETA trata de concientizar. Por ende, ha reconocido a la producción de Marvel Studios con un premio animalista.

Según la organización sin fines de lucro, Guardianes de la galaxia Vol. 3 “hace algo que pocas películas han logrado: cuenta una hermosa y compasiva historia sobre la experimentación en animales para una audiencia del tamaño de Marvel”. El hecho le otorga el premio “No es un Número” a James Gunn. Sin lugar a duda, algo más que merecido después de toda la impresión generada en redes sociales acerca de la tortura experimental en animales.

Casi diez años desde que el público conoció al grupo logró que la audiencia se sintiera muy relacionada y afectada por lo que le ocurrió a Rocket. Su historia de origen hizo que la concientización acerca de la experimentación en animales tuviera un resultado mucho más efectivo en las personas.

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