Se cumplen 50 años de la guerra del Yom Kippur. En 1973, los países árabes lograron vencer a Israel por primera vez en un conflicto armado desde 1948. Las fuerzas comandadas por Egipto y Siria atacaron un sábado y tomaron por sorpresa al sistema de defensa israelí, en medio del sabbat, el día sagrado para los judíos en los que no se deben realizar trabajos. Por eso la sorpresa y la ventaja inicial de los árabes en su ataque.

Medio siglo después, Hamas realizó un ataque por aire, por tierra y desde el mar que representa el quiebre más importante a los sistemas de defensa e inteligencia que mantiene Israel para su seguridad nacional y la de sus habitantes. De nuevo, comenzó un sábado, a las 6.30 de la mañana.

Hamas no reconoce al estado de Israel y mantiene la lucha armada contra ese país (Foto: gentileza BBC).

Hamas no reconoce al estado de Israel y mantiene la lucha armada contra ese país (Foto: gentileza BBC).

Hamas es la organización que controla desde el año 2006 la franja de Gaza, una de las dos zonas en las que quedó reducida la superficie territorial del estado palestino. Pero Hamas no acepta ni a la Autoridad Nacional Palestina ni a Israel. En su acta constitutiva tiene como objetivo hacer desaparecer al estado de Israel mediante la lucha armada.

La ciudad de Gaza, la capital de la Franja, zona en la que viven 2 millones de palestinos (Foto: gentileza BBC).

La ciudad de Gaza, la capital de la Franja, zona en la que viven 2 millones de palestinos (Foto: gentileza BBC).

Qué es Hamas

Es el acrónimo de la expresión árabe « Harakat al-Muqáwama al-Islamiya» y se traduce como Movimiento de Resistencia Islámica. Nació en 1987 en medio de la primera intifada, el movimiento de rebelión popular de los palestinos contra Israel y su política de expansión y control en las zonas que pertenecen a Palestina desde el «impracticable» mapa hecho por los británicos (1947) y la partición de toda esa zona para que albergara a dos estados independientes.

1987, con la primera intifada, nace el poder de Hamas (Foto: gentileza BBC).

1987, con la primera intifada, nace el poder de Hamas (Foto: gentileza BBC).

Es también conocida como la «rebelión de las piedras», porque los milicianos palestinos arrojaban rocas contra las fuerzas del ejército israelí, que respondía con armas de fuego.

Esa sublevación derivó -entre una suma de elementos, incluida la presión internacional- en los acuerdos de Oslo de 1993. En esa ciudad noruega, con el auspicio de los Estados Unidos (Bill Clinton era su presidente), se dieron las bases para la creación del Estado y la Autoridad Nacional de Palestina. Firmaron el trascendental acuerdo el primer ministro de Israel, Isaac Rabin, y el líder de la OLP y Al Fatah, Yasser Arafat. Pero temas de conflicto permanente, como el status de la ciudad de Jerusalén, quedaron al margen de los tratados bajo un «paraguas». En 1994, Rabin, Shimon Peres (ministro de Asuntos Exteriores israelí) y Arafat recibieron el Nobel de la Paz, precisamente, por ese acuerdo.

Pero el grupo Hamas no lo aceptó, lo rechazó y lo boicoteó. Nunca renunció al empleo de la violencia ni tampoco a tener como objetivo la eliminación del estado de Israel en parte de la superficie de Palestina.

En el año 2000 se produjo la segunda intifada y una serie de atentados: coches bombas, explosivos, tiroteos y disparo de cohetes sobre Israel hicieron que Hamas pasara a ser considerado una organización terrorista.

Esa condición se mantiene desde el inicio de este siglo por parte de Estados Unidos; la Secretaría General de la OEA; Japón, Australia, Canadá y Egipto. La Unión Europea la consideró así, pero una apelación en la Corte Europea está pendiente y el Consejo Europeo no se pronunció de manera definitiva.

Hamas controla la Franja de Gaza. Al Fatah, con la Autoridad Nacional de Palestina, controla Cisjordania (Foto: A24.com).

El ataque del sábado y el papel de Irán

El sábado a las 6.30, Hamas desplegó un ataque que se desarrolló desde el mar, tierra y aire, con elementos que sorprendieron a Israel.

Comandos armados de Hamas llegaron con motos de agua desde el Mediterráneo. Otro llegaron con “planeadores o parapentes propulsados a motor “ para volar por sobre las rejas del muro que los aísla. También usaron los túneles y muchos en motos cruzaron a Israel luego de romper los alambrados perimetrales.

Utilizaron una batería de miles de misiles o cohetes para “cubrir” su ofensiva sobre territorio israelí. “El escudo de hierro” de la defensa interceptó cohetes hasta en Tel Aviv, en el norte israelí, pero eso les permitió a las milicias atacar por tierra.

Dispararon contra quienes se encontraron en su camino, como en la ciudad de Ashkelon o quienes participaban de una fiesta Rave en la zona próxima a la frontera con Gaza. No solo hubo muertos, sino que los militantes de Hamas tomaron rehenes –civiles y militares– que llevaron al interior de la Franja

El diario Wall Street Journal fue uno de los primeros en señalar el aporte clave de Irán para toda la operación. Durante meses hubo contactos triangulados para montar este ataque sorpresa, sin que la inteligencia israelí pudiera estar prevenida.

Irán tiene mala relación con Egipto y con otros países árabes. Uno de los cortocircuitos más importantes del momento son las negociaciones entre Arabia Saudita e Israel para el establecimiento de relaciones diplomáticas. Además, desde la guerra en Ucrania, los Saudíes han incrementado sus exportaciones de gas y de petróleo, algo que afecta también al poder del petróleo iraní.

Por eso, el gobierno de Teherán –enemigo de Israel– se convirtió en la base para la planificación del ataque, que también tuvo activa participación en lugares de El Líbano.

Pero hay un elemento más que agregar a la trama: Qatar y el líder de Hamas.

Ismail Haniya, el líder de Hamas, vive en Qatar (Foto: gentileza BBC).

Ismail Haniya, el líder de Hamas, vive en Qatar (Foto: gentileza BBC).

Quién es el líder de Hamas

Se llama Ismail Haniya, tiene 61 años y 13 hijos. Es profesor universitario, pero se convirtió en el líder de Hamas tras la muerte de los dos jefes anteriores en ataques liderados por Israel. Sin embargo, Haniya no vive en la Franja de Gaza. Con Israel detrás monitoreando todas las comunicaciones entrantes y salientes de ese lugar, en 2016 se instaló en Qatar, temeroso de que fuera el próximo objetivo israelí. Desde allí coordina todos los movimientos de Hamas.

Para esta ocasión, su presencia en ese emirato fue fundamental, ya que pudo haber viajado sin controles, recibido todo tipo de comunicaciones o, simplemente, coordinar el ataque con el régimen iraní mediante “correos o mensajeros” entre las partes.

Desde el sábado, Israel tiene un nuevo desafió para su seguridad. Su «escudo de hierro» y la inteligencia se consideraban casi inexpugnable para ataques como este. Ya nada será igual.

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