La inteligencia artificial (IA) es una tecnología con un valor crítico para las grandes potencias. De hecho, la guerra de los chips que están librando EEUU y China actualmente gira en torno a ella. Y lo hace debido a que sus aplicaciones son presumiblemente ilimitadas. La IA ya se está utilizando para diagnóstico médico mediante análisis de imágenes, para diseñar nuevos fármacos o para producir nuevos materiales, entre muchas otras posibilidades. Pero también puede emplearse para desarrollar armas muy sofisticadas.
Los países liderados por Donald Trump y Xi Jinping se están disputando la supremacía mundial. No es ningún secreto. De hecho, el Gobierno liderado por Joe Biden reconoció abiertamente en el documento que recoge su estrategia de seguridad nacional de octubre de 2022 que China tiene la capacidad y los recursos necesarios para disputar a EEUU su posición de liderazgo mundial. Sea como sea en la coyuntura actual la IA es un recurso imprescindible, y tener la mejor tecnología puede inclinar la balanza definitivamente hacia un lado u otro.
EEUU insinúa que hará lo que haga falta para proteger su liderazgo
Hace apenas unas horas James David Vance, el vicepresidente de EEUU, ha pronunciado un discurso durante el último día de la cumbre dedicada a la IA en París en el que ha expresado con mucha claridad cuál es la postura de su país en este ámbito: «Los sistemas de inteligencia artificial más poderosos se construyen en EEUU con chips diseñados y fabricados en América […] EEUU es el líder en IA, y nuestra Administración planea mantenerlo así. Tenemos todos los componentes a lo largo de toda la cadena de valor, incluyendo el diseño avanzado de semiconductores, los algoritmos de vanguardia, y, por supuesto, las aplicaciones transformadoras».
«Los sistemas de IA más poderosos se construyen en EEUU con chips diseñados y fabricados en América»
Todo lo que afirma este político es cierto, con una única excepción: las GPU para IA más avanzadas disponibles actualmente las diseñan compañías estadounidenses, como NVIDIA o AMD, pero las fabrica TSMC en sus plantas de Taiwán. Presumiblemente a medio plazo podrá hacerlo en sus nuevas fábricas de Arizona (EEUU), pero por el momento vienen de Taiwán. No obstante, Vance tenía algo más que decir. Algo muy importante que refleja claramente que el Gobierno de EEUU tomará las medidas que considere oportunas para mantener su liderazgo en el ámbito de la IA.
«La potencia informática que requiere esta cadena es fundamental para el avance de la tecnología de la IA, y para salvaguardar la ventaja de América la Administración Trump se asegurará de que los sistemas de IA más poderosos se construyan en EEUU con chips diseñados y fabricados en América», ha sentenciado J.D. Vance en una evidente declaración de intenciones. Por el momento el único país con la capacidad de disputar el liderazgo a EEUU en toda la cadena de valor de la IA es China, y es evidente que la mejor arma que puede blandir el Gobierno estadounidense frente a su rival asiático son las sanciones que ya lleva años desplegando. Lo que no está claro es qué margen de actuación tiene aún por delante.
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