La ciudad de Salta amaneció este jueves 31 de julio sumida en una neblina espesa, con el cielo completamente cubierto y una humedad que empapaba el aire. La temperatura inicial rondó los 9°C, sin presencia de viento y con una visibilidad que, a pesar del velo gris, se mantenía cercana a los 10 kilómetros.
Aunque la postal matinal parecía típica del invierno salteño, el pronóstico anunciaba una jornada atípicamente cálida: se esperan temperaturas que podrían alcanzar los 24°C durante la tarde. Según datos meteorológicos locales, el cielo comenzará a despejarse progresivamente y el sol ganará protagonismo hacia el mediodía, empujando al termómetro por encima de los valores normales para esta época del año.
Este fenómeno responde a una breve irrupción de aire cálido, lo que genera un contraste notable con las jornadas frías que dominaron gran parte de julio. Se trata de un alivio térmico momentáneo: las previsiones anticipan un nuevo descenso de temperaturas para el fin de semana, con mínimas que volverán a ubicarse por debajo de los 5°C.
Así, el último día del mes regala un respiro primaveral antes de la llegada de otra ola polar. Una transición breve, pero que transforma por completo el paisaje urbano y el ánimo de quienes transitan este invierno salteño.