El presidente Javier Milei vivió una jornada tensa durante su paso por la Casa Blanca, luego de que se acortara su esperada visita y se modificara la agenda oficial. Aunque logró la foto protocolar con Donald Trump, el encuentro no se realizó en el Salón Oval —como había sido anunciado—, sino en un almuerzo de trabajo junto a las delegaciones de ambos países.
Según trascendió, la reunión sufrió cambios debido al retraso del mandatario estadounidense, quien regresó más tarde de su gira por Medio Oriente. La bilateral, prevista para las 12 (hora argentina), comenzó recién pasadas las 14.45, lo que obligó a Milei a permanecer más de dos horas esperando en la residencia oficial.
Durante el almuerzo, Trump manifestó su apoyo al proyecto libertario, pero advirtió que su compromiso con la Argentina dependerá del resultado de las elecciones legislativas de octubre. “Si Milei no gana, no vamos a perder tiempo con Argentina”, habría dicho el presidente norteamericano, en declaraciones que generaron sorpresa en el entorno argentino.
El Gobierno argentino, por su parte, intentó restar dramatismo al episodio y calificó el encuentro como “cordial y productivo”. Sin embargo, la expectativa de una reunión más formal en el Salón Oval no se concretó, rompiendo con la tradición que habían mantenido otros mandatarios argentinos, como Alberto Fernández en 2023.
La visita, que se perfilaba como un gesto de respaldo político y económico hacia el gobierno de Milei, terminó dejando una imagen ambigua: un apoyo condicionado y un mensaje implícito de cautela sobre el rumbo del país en medio de la campaña electoral.