El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Israel y el movimiento palestino Hamas alcanzaron un acuerdo sobre la primera fase de su plan de paz para la Franja de Gaza. Según explicó, el entendimiento contempla la liberación de los rehenes israelíes y el repliegue parcial de las tropas hacia una línea acordada dentro del territorio, como parte de los primeros pasos hacia lo que calificó como “una paz fuerte, duradera y sostenida”.
El anuncio fue realizado a través de las redes sociales del mandatario, donde afirmó que ambas partes firmaron esta etapa inicial del pacto. Fuentes cercanas a las negociaciones indicaron que el documento también incluye un intercambio de prisioneros y la apertura de corredores humanitarios para permitir el ingreso de ayuda médica y alimentos a la población civil, duramente afectada por meses de ofensiva militar y bloqueo.
Desde Hamas confirmaron su aceptación del acuerdo y señalaron que el mismo “garantiza la retirada gradual de las fuerzas de ocupación y el ingreso de asistencia humanitaria”, mientras que el gobierno israelí advirtió que el texto deberá ser ratificado por su gabinete de seguridad antes de su implementación.
En tanto, la comunidad internacional recibió el anuncio con cautela. La ONU y varios países europeos destacaron el paso como una señal alentadora, aunque insistieron en la necesidad de que el alto el fuego sea permanente y que se garantice la protección de los civiles palestinos.
A pesar del optimismo inicial, en Gaza aún se registraban enfrentamientos aislados y bombardeos previos al acuerdo. Organismos humanitarios advierten que la situación sigue siendo crítica, con miles de desplazados, hospitales colapsados y un grave riesgo de hambruna.
El pacto, si logra sostenerse, podría marcar el comienzo de una etapa distinta tras casi un año de conflicto, pero expertos advierten que los obstáculos políticos y militares aún son considerables y que la paz definitiva dependerá de la voluntad real de ambas partes para mantener los compromisos asumidos.