Luego de que el Senado rechazara el decreto de Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Javier Milei, la medida quedó a un paso de ser derogada y esto supondría un impacto en cuestiones clave para el Gobierno nacional. Sin embargo, el decreto 70/2023 aún tiene que ser tratado por la Cámara de Diputados, por lo que se encuentra vigente.
Cuando el Presidente dicta un DNU entra en vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial, si así lo establece el texto, y solamente pierde vigor cuando es rechazado por ambas cámaras, en sendas sesiones. Pero antes de llegar a los recintos, el DNU debe ser remitido por parte del jefe de Gabinete, dentro de un plazo de 10 días, a la llamada
Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que la integran 8 senadores y 8 diputados y se encarga de evaluar la validez del instrumento sin juzgar su contenido: es decir, si no legisla sobre materia penal, por ejemplo, y si cumple con los requisitos de excepcionalidad para que esas modificaciones no hayan sido decididas por el Congreso.
Esa comisión debe pronunciarse por su validez, es decir por aprobación o por rechazo, en 10 días hábiles. Si no lo hace, deben tratarse en los recintos, sin poder realizarle modificaciones ni enmiendas ni nada: sólo pronunciarse por su validez, aprobándolo o rechazándolo. Pero pueden no tratarlo y, entonces, que el DNU siga vigente por tiempo indeterminado, o quede vigente para siempre.
Para que caiga tiene que ser rechazado por los plenos de las dos cámaras, lo que no ha ocurrido nunca en la historia institucional argentina, Inclusive, si el oficialismo tuviera el número, basta con que una de las dos cámaras lo convalide para que quede firme.
El Senado ya rechazó el megadecreto, que además está judicializado y con algunos artículos suspendidos, por IO que la pelota está en la cancha de Diputados. Si esta cámara también lo rechaza en el recinto, ahí sí el mega-
DNU de Milei perdería vigencia.
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