El Gobierno nacional dispuso un nuevo incremento en los valores de los biocombustibles que se utilizan para la mezcla con naftas y gasoil, lo que podría traducirse en un próximo ajuste en los surtidores. La medida fue oficializada por la Secretaría de Energía, encabezada por María Tettamanti, y establece una suba promedio del 6%, más del doble de la inflación estimada para el mes.
De acuerdo con la resolución publicada en el Boletín Oficial, el biodiésel —elaborado a partir de aceite de soja— aumentó 6,7%, mientras que el bioetanol de caña de azúcar y el producido con maíz subieron 4%. Estos productos son parte esencial de la composición de los combustibles: el gasoil contiene un 7,5% de biodiésel, y las naftas, un 12% de bioetanol.
El ajuste impactará en forma directa sobre las petroleras, que deberán pagar más por estos insumos, y en forma indirecta sobre los consumidores, ya que los incrementos suelen trasladarse a los precios finales. En el sector advierten que el alza llega en un contexto de costos elevados y márgenes ajustados, lo que refuerza la posibilidad de nuevos aumentos en los próximos días.
Con este movimiento, el Gobierno busca mantener la rentabilidad de los productores de biocombustibles, que reclaman actualizaciones más frecuentes frente a la inflación y la suba del dólar. Sin embargo, la decisión agrega presión sobre los precios de los combustibles líquidos, que ya registran varios aumentos consecutivos durante el año.
De mantenerse esta tendencia, octubre podría cerrar con un nuevo incremento en las estaciones de servicio, consolidando un escenario de costos crecientes para el transporte y la producción en todo el país.