En la madrugada de este jueves, San Antonio de los Cobres volvió a convertirse en epicentro de fe con la partida de una de las columnas más numerosas de la festividad del Milagro. Según estimaciones de la Policía de la Provincia, más de 4.000 peregrinos comenzaron a caminar rumbo a la Catedral Basílica de Salta, en una travesía que recorre la Ruta 51 y que cada año se transforma en un símbolo de devoción y sacrificio.
Los caminantes, provenientes en su mayoría de la Puna salteña, avanzan en una verdadera marea humana que ya suma fieles a su paso. En distintos parajes se han dispuesto puestos de asistencia con agua, alimentos y atención médica para acompañar a los participantes, muchos de ellos familias completas que cumplen promesas o agradecen favores recibidos.
La magnitud de la columna puneña refleja la importancia espiritual que esta peregrinación tiene para las comunidades de altura, que enfrentan el esfuerzo físico de largas distancias y condiciones climáticas exigentes. Se espera que los devotos lleguen a la capital en los próximos días para sumarse a las celebraciones centrales, consolidando uno de los momentos más emotivos de la fiesta mayor de los salteños.