Han pasado dos semanas desde que un voraz incendio, potenciado por el viento zonda, arrasó con varias viviendas en la ampliación del barrio 20 de Junio en Salta, dejando a decenas de familias sin techo y con la pérdida total de sus pertenencias. Sin embargo, el drama no terminó: el humo continúa presente y los focos encendidos bajo tierra amenazan con reactivar el fuego.
Vecinos relatan que durante la noche y la madrugada han debido sofocar llamas que reaparecen entre escombros, ramas y basura acumulada. La presencia constante de humo afecta la salud de los habitantes y genera temor entre quienes aún no han podido recuperar un lugar seguro donde vivir.
Muchas familias se encuentran alojadas en casas de parientes o en refugios improvisados, mientras esperan soluciones definitivas. Desde el gobierno provincial se activó un comité de crisis, con entrega de ropa, útiles, albergue temporal y asistencia prioritaria para hogares con niños o personas con discapacidad. Sin embargo, los damnificados señalan que la ayuda es insuficiente y que la reconstrucción avanza con lentitud.
La emergencia en el B° 20 de Junio deja en evidencia la necesidad de una intervención sostenida para garantizar viviendas seguras, asistencia médica y prevención de nuevos incendios, mientras la comunidad intenta salir adelante en medio de las secuelas que el siniestro dejó.