En plena recta final hacia el Triduo del Señor y la Virgen del Milagro, se vivió un hecho cargado de emoción en la puna salteña. Las columnas de peregrinos que partieron desde Tolar Grande y Mina Patito lograron encontrarse este miércoles en San Antonio de los Cobres, tras días de caminata bajo condiciones extremas de frío, viento y nieve.
El esperado encuentro se dio a pocos kilómetros del pueblo andino, donde cerca de 400 fieles avanzaron juntos entre cánticos y muestras de fervor. La unión de ambas columnas simbolizó un verdadero gesto de comunión, después de atravesar caminos duros y jornadas que pusieron a prueba la resistencia física y espiritual de los caminantes.
Las historias de quienes forman parte de esta peregrinación hablan de fe y promesas cumplidas. Algunos caminan desde hace más de una semana, otros lo hacen en memoria de seres queridos o como agradecimiento por favores recibidos. Incluso, en Olacapato debieron retrasar la partida por una tormenta de nieve, pero lejos de abandonar, redoblaron su compromiso con la travesía.
Tras un día de descanso en San Antonio de los Cobres, los peregrinos continuarán su marcha unificada hacia la Catedral Basílica de Salta. Allí, como cada septiembre, renovarán su pacto de fe en una de las expresiones religiosas más profundas y representativas del pueblo salteño.