Desde la medianoche del lunes rige en Salta un nuevo incremento en el precio del GNC, que pasó de $685 a $745 por metro cúbico. La suba, aplicada sin previo aviso, provocó una fuerte preocupación entre taxistas y remiseros, quienes denuncian que se hace cada vez más difícil seguir trabajando en estas condiciones.
El aumento impacta directamente en los trabajadores del transporte que dependen del GNC como combustible principal. Representantes del sector señalaron que, con los ajustes constantes y los costos en alza, la actividad se vuelve cada vez menos rentable.
“No sabemos cómo seguir. Cada vez nos alcanza menos para cubrir el combustible y los gastos del día. Esta suba es un golpe más a un sector que ya está muy castigado”, expresó un chofer de remis del centro salteño.
El malestar se suma a los inconvenientes sufridos semanas atrás, cuando la provisión de GNC fue interrumpida durante varios días debido a las restricciones impuestas por el consumo prioritario domiciliario en medio de la ola polar. Aunque el servicio se normalizó, el nuevo precio vuelve a generar tensión entre los trabajadores del volante.
Desde el sector reclaman una actualización urgente de las tarifas, ya que la bajada de bandera y el valor de la ficha no reflejan los costos actuales. También piden la intervención de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT) y de las autoridades provinciales para buscar soluciones que permitan sostener la actividad.
Por el momento, no hubo comunicados oficiales ni respuestas a los reclamos planteados. Mientras tanto, el nuevo aumento vuelve a encender el debate sobre la viabilidad del transporte público alternativo en la provincia.