Este jueves por la mañana, el humo negro volvió a salir de la chimenea de la Capilla Sixtina, confirmando que los cardenales aún no lograron llegar a un acuerdo para elegir al sucesor del papa Francisco. Se trata de la segunda fumata negra desde el inicio del cónclave, que comenzó el miércoles 7 de mayo.
Los 133 cardenales electores retomaron las deliberaciones a primera hora del día. A las 7:45 (hora local) salieron de la residencia de Santa Marta hacia la Capilla Paulina, donde celebraron misa, y luego ingresaron nuevamente a la Capilla Sixtina para continuar con las votaciones.
Según las normas del cónclave establecidas en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, durante los tres primeros días del proceso se realizan hasta cuatro votaciones por día: dos en la mañana y dos por la tarde. Hasta ahora, ninguno de los candidatos ha alcanzado los dos tercios de los votos necesarios para ser elegido pontífice.
Aunque no hay información oficial sobre los favoritos, algunos nombres que suenan con fuerza son el del cardenal italiano Pietro Parolin y el del cardenal filipino Luis Antonio Tagle. La diversidad del colegio cardenalicio, compuesto por representantes de más de 70 países, podría estar influyendo en la dificultad para alcanzar un consenso.
El Vaticano mantiene estrictas medidas de seguridad y confidencialidad durante todo el proceso, incluyendo el uso de bloqueadores de señal y vigilancia reforzada para evitar cualquier filtración.
El mundo católico continúa a la espera de la tan esperada fumata blanca que anuncie la elección del nuevo Papa.