La ciudad de Salta volvió a ser escenario de una de las manifestaciones de fe más importantes del país. Más de 150 mil fieles participaron este año en la procesión del Señor y la Virgen del Milagro, colmando las calles con cánticos, oraciones y muestras de devoción que marcaron el cierre de las festividades religiosas.
La jornada se desarrolló en un clima de recogimiento y respeto, acompañada por un amplio operativo de seguridad que contó con más de cinco mil efectivos policiales desplegados a lo largo del recorrido. Los controles incluyeron asistencia sanitaria, patrullajes y monitoreo a través de cámaras, lo que permitió que el evento transcurriera sin incidentes de gravedad.
Miles de peregrinos arribaron desde distintos puntos de la provincia y del país, muchos de ellos tras días de caminata, sumando sus promesas y agradecimientos a una tradición que se renueva cada septiembre. El paso de las imágenes sagradas desde la Catedral Basílica hasta el Monumento 20 de Febrero y su regreso selló una vez más el compromiso de fe del pueblo salteño.
Con esta multitudinaria convocatoria, la procesión del Milagro reafirmó su lugar como uno de los encuentros religiosos más trascendentes de la Argentina, en el que la espiritualidad y la esperanza se convierten en motor de unidad para toda la comunidad.