En las recientes elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, se observó un fenómeno que llamó la atención de los distintos partidos políticos: la ausencia de jóvenes varones de clase media baja y baja en las mesas de votación. Este grupo, que había sido clave para el respaldo a Javier Milei en comicios anteriores, mostró menor participación que en procesos previos.
Especialistas en comportamiento electoral señalan que esta tendencia está vinculada a la situación económica. La combinación de desempleo juvenil, precariedad laboral y la falta de oportunidades concretas habría generado desinterés y desencanto entre quienes inicialmente fueron la base sólida del oficialismo.
Fuentes en el territorio confirmaron que, durante la jornada electoral, la presencia de jóvenes varones en las escuelas de votación era significativamente menor a la esperada. Este dato provocó preocupación dentro del espacio político de Milei, mientras que los partidos opositores percibieron un escenario favorable.
Analistas políticos advierten que la falta de participación de este sector podría influir en los resultados de futuras elecciones y subrayan que recuperar la confianza de los jóvenes será clave para cualquier estrategia del oficialismo. La economía y las oportunidades laborales se presentan como los factores decisivos para reconectar con este electorado.