La teragnosis se posiciona como una de las innovaciones más prometedoras en el tratamiento oncológico actual. Esta técnica combina en un mismo enfoque el diagnóstico y la terapia, permitiendo identificar con exactitud las células tumorales y atacarlas de manera dirigida, reduciendo al mínimo el impacto sobre los tejidos sanos.
A diferencia de los métodos tradicionales, que suelen afectar áreas más amplias del organismo, la teragnosis utiliza marcadores específicos para localizar el tumor y aplicar sobre él una dosis precisa de radiación o medicación. Especialistas de distintos centros de investigación coinciden en que esta modalidad no solo mejora la eficacia terapéutica, sino que también disminuye notablemente los efectos adversos.
Los avances recientes muestran resultados alentadores en tumores de difícil tratamiento, como ciertos cánceres neuroendocrinos y de próstata. Aunque su implementación aún requiere infraestructura avanzada y mayor disponibilidad en hospitales públicos, los expertos consideran que la expansión de esta tecnología podría transformar la atención oncológica en los próximos años.
La comunidad científica destaca que se trata de un paso decisivo hacia una medicina más personalizada, donde cada paciente recibe una intervención ajustada a las características biológicas de su enfermedad.