El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que la inflación de septiembre fue del 2,1%, una cifra que interrumpe la tendencia de moderación registrada en los últimos meses y se convierte en la más elevada desde abril. Con este incremento, el índice de precios acumula una suba del 22% en lo que va del año y del 31,8% en los últimos doce meses.
La división con mayores aumentos fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles, con un alza del 3,1%, impulsada principalmente por las actualizaciones en alquileres y servicios básicos. En segundo lugar se ubicó Educación, también con un incremento del 3,1%, debido a ajustes en cuotas escolares y materiales educativos.
El rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas volvió a ser el de mayor incidencia en la mayoría de las regiones, exceptuando la Patagonia, donde el principal impacto se observó en Transporte, producto de incrementos en combustibles y pasajes urbanos.
El resultado confirma las previsiones de las consultoras privadas, que ya anticipaban una aceleración de precios tras la estabilidad registrada en julio y agosto. Entre los factores que explican el aumento se mencionan el encarecimiento de servicios regulados, los costos de transporte y la volatilidad cambiaria que afectó algunos productos importados.
A nivel regional, el Noroeste y el Área Metropolitana de Buenos Aires registraron los mayores incrementos mensuales, ambos por encima del promedio nacional. En cambio, las regiones Pampeana y Cuyo mostraron subas más moderadas.
Los analistas advierten que la inflación podría mantenerse en niveles similares durante el último trimestre del año, presionada por la actualización de tarifas y los movimientos del dólar informal. En este contexto, la expectativa del mercado es que el 2025 cierre con un incremento de precios cercano al 28% anual, si no se aplican medidas adicionales de contención.
El dato de septiembre refuerza así la preocupación por el costo de vida, que continúa siendo uno de los principales desafíos económicos del país, especialmente para los sectores con ingresos fijos y menor capacidad de ahorro.