En agosto, la canasta del súper que releva mensualmente La Voz registró un incremento del 1,57 % en comparación con julio, confirmando una tendencia de tres meses consecutivos de alzas en los precios de los productos básicos.
Aunque la variación parece moderada, los especialistas advierten que el encadenamiento de subas empieza a sentirse en el presupuesto de las familias, que cada vez deben destinar una mayor proporción de sus ingresos a la compra de alimentos y artículos de primera necesidad.
El dato refuerza la idea de que, tras una etapa de cierta estabilidad, el segundo semestre muestra señales de reactivación inflacionaria en los supermercados. El acumulado de incrementos, incluso en niveles bajos, erosiona el poder adquisitivo y anticipa un escenario de mayor presión sobre el consumo en los próximos meses.
En este contexto, la canasta del súper se convierte en un termómetro clave para medir la cotidianeidad económica: mientras los precios avanzan lentamente, el bolsillo de los hogares continúa perdiendo margen de maniobra.