Expertos de Harvard destacan que los ejercicios que utilizan únicamente el peso del cuerpo son una forma eficaz de mejorar la fuerza, la resistencia, la flexibilidad y la coordinación, sin necesidad de ir al gimnasio ni contar con equipamiento especial. Esta modalidad se adapta tanto a principiantes como a personas con experiencia que buscan mantenerse en forma.
Movimientos como flexiones, sentadillas, planchas y zancadas permiten trabajar distintos grupos musculares y mejorar la estabilidad y el equilibrio. Además, al no depender de máquinas ni pesas, se pueden realizar en cualquier lugar, desde el hogar hasta espacios al aire libre, en sesiones cortas y efectivas.
Los especialistas señalan que la práctica regular de estos ejercicios ayuda a fortalecer los músculos estabilizadores, mejorar la movilidad articular y prevenir lesiones. La intensidad se puede ajustar fácilmente variando la cantidad de repeticiones, la duración de cada movimiento o la posición del cuerpo, lo que permite que cada persona adapte la rutina a su nivel.
Incorporar esta práctica en la rutina diaria contribuye también a mejorar la postura, la coordinación y la salud general, convirtiéndose en una alternativa accesible y completa para quienes desean mantenerse activos sin depender de un gimnasio o equipamiento costoso.