El secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, anunció que la administración de Donald Trump trabaja en un paquete de respaldo para Argentina que incluye una línea swap con el Banco Central por 20.000 millones de dólares y la compra de bonos de deuda. El objetivo, aseguró, es fortalecer las reservas y contener la volatilidad del mercado en un momento de extrema fragilidad económica.
Bessent anticipó que el plan contempla “todas las opciones posibles”, desde intervenciones cambiarias hasta operaciones de financiamiento directo. La decisión final se discutirá en la reunión que mantendrán Milei, Trump y el propio funcionario durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde se espera que se definan los términos concretos del acuerdo.
El anuncio impactó de inmediato en los mercados: los bonos argentinos subieron y el riesgo país mostró un leve retroceso, en medio de la expectativa de que el respaldo estadounidense mejore la confianza internacional.
Sin embargo, no faltaron críticas. Sectores opositores en Estados Unidos y en Argentina cuestionaron que el Tesoro norteamericano destine fondos públicos a sostener a un gobierno extranjero, y alertaron sobre las condiciones que podría imponer la asistencia en materia de deuda y política económica.
Desde la Casa Rosada celebraron el gesto como una señal de confianza y afirmaron que el apoyo de Washington marca “un hito histórico en la relación bilateral” en un contexto de fuerte incertidumbre financiera.