Israel comenzó esta semana a enviar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza a través de la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), una institución estadounidense creada para canalizar donaciones hacia la población palestina. Sin embargo, el plan fue rápidamente cuestionado y rechazado por Naciones Unidas, que alertó sobre la falta de respeto a los principios humanitarios en la distribución.
Durante la jornada, se vivieron escenas de desesperación en los centros de reparto, donde cientos de palestinos hambrientos se agolparon para recibir bolsas de comida. Las imágenes, calificadas por la ONU como “desgarradoras”, recorrieron los principales medios internacionales y expusieron la grave crisis que atraviesa la población civil.
La situación se agrava en el contexto del anuncio israelí de ocupar el 75% del territorio palestino en los próximos dos meses, generando temor y un recrudecimiento del conflicto. Mientras Israel despliega su intervención militar, la ayuda humanitaria enfrenta dificultades para llegar de manera efectiva y equitativa a quienes la necesitan.
La ONU insistió en que no se respetaron los “principios humanitarios” durante la entrega de alimentos y llamó a garantizar la protección y asistencia a los civiles afectados por el conflicto en Gaza.