Comisión de presupuesto y hacienda por el Presupuesto 2026 Jose Luis Espert Foto Federico Lopez Claro
El oficialismo atraviesa horas críticas a menos de un mes de las elecciones. La renuncia de José Luis Espert a su candidatura por la provincia de Buenos Aires y el pedido urgente para reimprimir las boletas con la nueva fórmula desataron un conflicto político, judicial y logístico que amenaza con afectar el tramo final de la campaña de La Libertad Avanza.
El caso Espert estalló tras revelaciones sobre presuntos aportes irregulares de campaña, lo que derivó en su salida forzada del espacio libertario. El reemplazo inmediato por Diego Santilli, decidido en la Casa Rosada, generó tensiones internas y un problema operativo: millones de boletas ya habían sido impresas y distribuidas en la provincia.
La reimpresión total —según estimaciones del propio Gobierno— implicaría un gasto de entre 15.000 y 18.000 millones de pesos, además de un enorme desafío logístico. Los plazos legales para modificar las papeletas ya expiraron, y la Justicia Electoral pidió informes urgentes al Ejecutivo sobre la factibilidad técnica y financiera de la maniobra.
Mientras tanto, el presidente Javier Milei intentó correr el eje mediático con una apuesta personal: un recital en el Movistar Arena donde combinó un repertorio de rock nacional con un discurso político que buscó proyectar fortaleza en medio de la crisis. Sin embargo, la imagen del mandatario arriba del escenario contrastó con la incertidumbre que domina su espacio político.
En Balcarce 50 admiten que el episodio llegó en el peor momento. Las encuestas muestran un estancamiento en la intención de voto oficialista y un creciente desgaste entre los sectores moderados. El dilema de las boletas y el caso Espert no solo representan un contratiempo técnico, sino un golpe simbólico para un gobierno que intenta mostrarse en control a pocos días de enfrentar las urnas.