La Cámara de Diputados convalidó el veto del presidente Javier Milei a la ley que establecía un aumento del 7,2 % en las jubilaciones y pensiones, además de la suba del bono mensual de 70 mil a 110 mil pesos. La decisión se tomó tras una votación en la que la oposición alcanzó 160 votos a favor de insistir con la ley, mientras que el oficialismo reunió 83 rechazos. Hubo además seis abstenciones que resultaron determinantes, ya que al elevar el número de presentes aumentaron el umbral necesario para llegar a los dos tercios.
El resultado implica que el veto presidencial queda firme, debido a que para revertirlo era necesario que ambas Cámaras alcanzaran la mayoría especial. De esta forma, los haberes jubilatorios se mantendrán con la fórmula y el bono vigente, sin los incrementos previstos en la norma sancionada originalmente por el Congreso.
La votación dejó en evidencia el peso de los gobernadores en la definición: varios diputados vinculados a administraciones provinciales se abstuvieron o acompañaron al oficialismo, lo que inclinó la balanza en favor del Gobierno. Este desenlace generó fuertes cruces en el recinto, donde legisladores opositores acusaron presiones políticas y cuestionaron la falta de compromiso con los sectores más vulnerables.
Con este resultado, el oficialismo logra un respiro tras la derrota sufrida en la misma sesión con el rechazo al veto presidencial sobre la emergencia en discapacidad. El debate en torno a la actualización de haberes previsionales, sin embargo, promete seguir en el centro de la agenda política y social.