El comienzo de diciembre volvió a encender las alertas en materia de consumo: los alimentos registraron un incremento cercano al 4% en apenas una semana, impulsados principalmente por aumentos en carne, frutas frescas y productos básicos de la canasta. Aunque el índice general mostró cierta moderación respecto de meses previos, la dinámica interna del rubro deja en claro que diciembre será un mes difícil para el bolsillo.
Carne, frutas y básicos: los que más subieron
Los primeros relevamientos privados señalan que los cortes vacunos tuvieron incrementos destacados, especialmente aquellos de mayor demanda en la previa a las fiestas. A la par, frutas como la manzana y productos esenciales para el desayuno y la merienda —como café, dulces o miel— treparon con fuerza durante los primeros días del mes.
En contraste, algunos productos puntuales como verduras de estación o pollo mostraron variaciones más leves, pero su impacto fue insuficiente para compensar el alza general.
Un mes con presión estacional
Diciembre suele ser un período de consumo elevado y esa demanda adicional, combinada con la inercia inflacionaria, tiende a presionar los precios hacia arriba. Las consultoras anticipan que, si la tendencia de la primera semana se sostiene, la inflación del rubro alimentos podría ubicarse nuevamente por encima del promedio general y condicionar el índice del mes.
El impacto en los hogares
Con las celebraciones de fin de año a la vuelta de la esquina, muchas familias ya sienten el reajuste de precios en productos que forman parte de las compras cotidianas. La combinación de alimentos más caros y un calendario que concentra gastos obliga a reorganizar presupuestos y buscar alternativas para sostener el consumo.
Diciembre recién comienza, pero el comportamiento inicial marca un escenario en el que los alimentos vuelven a encabezar las subas y anticipan un cierre de año con desafíos para los consumidores.