Esta medida, publicada en el Boletín Oficial del municipio bajo la dirección del alcalde Eduardo Paes, entrará en vigor a partir de la medianoche del sábado 4 de noviembre, día del partido, y se extenderá hasta las 6 de la mañana del domingo siguiente, con el propósito de evitar celebraciones cercanas al estadio que involucren alcohol.

Para los aficionados que asistan a Río de Janeiro, es importante recordar que las áreas sujetas a esta prohibición de consumo serán las siguientes:

  • Rua Conselheiro Olegário, en su totalidad;
  • Rua Artur Menezes, en toda su extensión;
  • Rua Isidro de Figueiredo, en toda su extensión;
  • Rua Profesor Eurico Rabelo, en toda su extensión;
  • Av. Paula Sousa, en su totalidad;
  • Rua Mata Machado, esquina Av. Rei Pelé a esquina Av. Paula Sousa;
  • Rua Visconde de Itamarati, esquina de Rua São Francisco Xavier hasta la esquina del Profesor Eurico Rabelo;
  • Rua São Francisco Xavier, esquina Av. Profesor Manoel de Abreu hasta esquina Av. Paula Sousa;
  • Av. Maracaná, esquina Rua São Francisco Xavier hasta esquina Rua Mata Machado;
  • Av. Maracanã, carril lateral, esquina con Rua São Francisco Xavier al carril lateral, esquina con Rua Mata Machado;
  • Plaza Presidente Emilio Garrastazu Médici, en todo su contorno;
  • Av. Rei Pelé, en todo su recorrido;
  • Rua General Canabarro y sus cruces hasta Rua Morais e Silva.

El propósito de esta medida es prevenir conflictos en las inmediaciones del estadio. La preocupación sobre la final ha estado en la mente de las autoridades brasileñas durante un período considerable. Incluso, Paes generó controversia con un tuit sobre el tema hace algunas semanas.

«Dios mío!!! No hagan mucha bosta por favor señores e señoras bosteros! Gracias!», escribió el político brasileño en una combinación de portugués y español, citando un tuit de la cuenta La 12Tuittera que afirmaba que aproximadamente 150 mil seguidores xeneizes inundarían Río.

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