En la ciudad salteña de Salvador Mazza crece la preocupación por la contaminación de origen cloacal que llega desde Bolivia. Según denunció el ingeniero en Recursos Naturales y Medioambiente Luis Brito, aguas residuales sin tratar están siendo vertidas directamente en la Quebrada Internacional, afectando no solo al ambiente sino también a la salud de la población local, especialmente la infantil.
“Estamos frente a un problema sanitario y ambiental grave”, advirtió Brito en declaraciones a FM Aries, y detalló que las aguas contaminadas provenientes de las ciudades bolivianas de San José de Pocitos y Yacuiba terminan ingresando a territorio argentino sin ningún tipo de tratamiento previo. Esta situación impacta directamente en los cursos de agua que atraviesan Salvador Mazza y en las napas subterráneas utilizadas por la población.
Los más afectados son los niños, quienes quedan expuestos a enfermedades gastrointestinales, infecciones en la piel y otras afecciones derivadas del contacto o consumo de agua contaminada. El ingeniero alertó también que incluso los animales de la zona beben de estos cursos de agua, lo que agrava el riesgo sanitario general.
Ante esta situación, la Cámara de Diputados de Salta aprobó un pedido para que la Cancillería argentina intervenga de forma urgente. El objetivo es promover un acuerdo bilateral que permita frenar el vertido de aguas cloacales desde el país vecino, e iniciar gestiones para establecer mecanismos de saneamiento conjuntos.
Mientras tanto, desde distintos sectores sociales y políticos insisten en la necesidad de implementar controles más estrictos, realizar estudios técnicos y avanzar en soluciones estructurales. “Esto no es un problema menor ni pasajero, es una amenaza diaria a la salud de la comunidad”, concluyó Brito.
La frontera norte de Salta enfrenta una crisis silenciosa que requiere respuestas urgentes. El agua, que debería ser fuente de vida, se ha convertido en un foco de riesgo que pone en jaque el bienestar de cientos de familias.