Al menos 21 palestinos murieron y 79 resultaron heridos tras un bombardeo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra seis edificios residenciales en la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. Entre las víctimas mortales, cuya gran mayoría son mujeres y niños, hay ocho miembros de una misma familia.
Las autoridades de la Franja, controlada por Hamás, han cifrado en más de 3.800 los muertos por los bombardeos israelíes contra el enclave, mientras que Naciones Unidas y diversas ONG alertaron sobre el ahondamiento de la crisis humanitaria en Gaza a causa del «cerco total» impuesto por Israel, donde unas 1.400 personas murieron y más de 200 fueron secuestradas en los ataques
Por su parte, el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzedin al Qassam, aseguraron este jueves que están preparados para una «larga batalla» ante una inminente ofensiva terrestre por parte de Israel en la Franja de Gaza. El portavoz de las Brigadas, Abu Obeida, explicó que «el enemigo se encuentra hoy en su peor momento en 75 años», asegurando que la resistencia palestina «todavía controla los acontecimientos en el campo de batalla y sabe cuándo atacar». También subrayó que «el ajuste de cuentas será duro y doloroso».
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este jueves que pedirá al Congreso la aprobación de un paquete de ayuda de emergencia para Ucrania e Israel «que no tendrá precedentes». Enfatizó que estas ayudas mantendrán a las tropas estadounidenses fuera de los conflictos al mismo tiempo que contribuirán a derrotar «a los terroristas de Hamás» y al «tirano Putin», quienes considera que pretenden «acabar con las democracias».
Sin embargo, el mandatario supo diferenciar entre el Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás) y el pueblo palestino, y reiteró su compromiso con alcanzar la paz y una solución de dos Estados. De hecho, se mostró «profundamente conmovido» por la muerte de palestinos tras el ataque contra el hospital gazatí de Al Ahli, en el que murieron 471 personas, pero desvinculó al Ejército de Israel de su supuesta responsabilidad en el bombardeo.
En este sentido, expertos de la ONU lamentaron la «inacción de la comunidad internacional» ante los crímenes de guerra cometidos por Israel. «No hay justificaciones ni excepciones para tales crímenes. Estamos consternados por la inacción de la comunidad internacional ante el belicismo beligerante», manifestaron.
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, advirtió este jueves sobre el «grave riesgo» de que la guerra entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) derive en un conflicto a nivel regional. Es «bastante grave», observó, y criticó las acusaciones contra Irán por su supuesto papel en los combates, algo que definió como «provocador«.
«Creo que la cúpula iraní está adoptando una postura bastante responsable y equilibrada y está pidiendo que se evite que este conflicto se propague a toda la región y los países vecinos», destacó el ministro, antes de explicitar la disposición de Rusia de «discutir cualquier propuesta constructiva» para poner fin a la guerra.
Así, manifestó que el objetivo debe ser «lograr una reducción de las tensiones y normalizar la situación», con una «postura esté fundamentada en un equilibrio de los intereses de las partes». En este sentido, confirmó contactos con Turquía para abordar la propuesta presentada por Ankara, que incluye un «modelo de garantías» para acabar con el conflicto palestino-israelí. Lavrov destacó que el modelo turco «parece estar marcado por el deseo de encontrar este equilibrio».
Este jueves, además, las autoridades de Rusia informaron que enviaron 27 toneladas de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, a través del paso fronterizo de Rafá, abierto por el presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi. Un avión de transporte pesado ‘Ilyushin Il-76’ despegó con alimentos como arroz, azúcar, harina y fideos, entre otros.
El ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amirabdolahian, convocó a un boicot contra Israel que incluya el embargo de las exportaciones de petróleo como señal de protesta por la crisis humanitaria a la que está sometida la población palestina de la Franja de Gaza, que se encuentra bajo asedio israelí desde hace más de diez días.
Amirabdolahian señaló que aquellos «países islámicos que tienen relaciones diplomáticas con el régimen sionista deberían cortar inmediatamente sus relaciones, expulsar a los embajadores y dejar de exportar petróleo» a Israel.
En comentarios recogidos por la agencia de noticias IRNA, también explicó que su interés es emitir una «declaración firme sobre el crimen sionista en Gaza». «Esta declaración debería incluir un énfasis en el cese inmediato de los crímenes de guerra genocidas del régimen sionista contra el pueblo de Gaza, así como destacar el debate sobre el levantamiento del inhumano bloqueo impuesto al pueblo de Gaza», detalló el funcionario.
«La cuestión del desplazamiento del pueblo oprimido de Gaza también debe ser condenada enérgicamente», puntualizó, indicando que no solamente hay que acordar un alto el fuego sino la celebración de un juicio por los crímenes cometidos.
Asimismo, describió como «deplorables» las condiciones humanitarias en Gaza y se expresó a favor de enviar un «mensaje contundente» a Israel, ya que, según consideró, se dirigió a la población palestina en lugar de enfrentarse a los grupos armados.
El jefe de la diplomacia iraní realizó estas declaraciones en el marco de una cumbre extraordinaria de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), que reunió a decenas de ministros de Exteriores en la ciudad saudí de Yedá.
El Ejército israelí anunció a medianoche que atacó varias posiciones de Hezbolá cerca de la frontera con Israel, incluido un puesto de observación desde donde lanzaron misiles antitanques en la víspera.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) inicaron en un comunicado publicado en su página web que estos ataques se han llevado a cabo «en respuesta a los incidentes de disparos contra Israel durante el último día».
La cadena de televisión Al Mayadín informó que uno de los ataques aéreos tuvo como objetivo un monumento de Qasem Soleimani, ex comandante de las Fuerzas Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, que murió en un bombardeo estadounidense en Irak en 2020. La milicia libanesa se hizo eco de la noticia, que fue compartida a través de su canal de Telegram.
En la víspera, Hezbolá anunció la muerte de dos de sus milicianos, identificados como Ali Muhmad Marmar y Taha Abbas Abbas, después de que las FDI interceptaran cuatro proyectiles de un total de nueve en un nuevo fuego cruzado a raíz de los enfrentamientos que estallaron el pasado 7 de octubre con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
El líder del brazo político de Yihad Islámica, Mohamed al Hindi, aseguró que la mayoría de los israelíes secuestrados durante la incursión del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en el sur de Israel son militares.
Además, manifestó a la cadena de televisión panárabe Al Mayadín que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) bombardearon lugares donde se encuentran estas personas y los acus de «no querer un acuerdo de intercambio».
«Las complejidades del campo de batalla no permiten hablar de los prisioneros antes de que cese la agresión, y si Israel conociera su paradero, los habría matado», dijo Al Hindi.
Además, aseguró que la moral de las milicias palestinas se encuentra en condiciones y que los «crímenes de Israel» solo aumentan su unidad y fuerza.
Al Hindi advirtió que Occidente «fue a insuflar vida» a Israel cuando comenzó a «tambalearse» y que «Gaza es la entrada» para el objetivo principal, que es «cambiar la configuración de Oriente Próximo».
El bombardeo de un hospital de Gaza por el cual Israel y los movimientos armados palestinos se acusan mutuamente dejó «decenas» y no centenas de muertos, afirmó el responsable de un servicio de inteligencia europeo.
«No hay 200 ni 500 muertos, sino algunas decenas, entre 10 y 50», afirmó la fuente, que pidió el anonimato.
El funcionario consideró además al referirse a ese drama que, según «pistas serias» obtenidas por su organismo, «Israel probablemente no hizo eso».
El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, gobernada por el movimiento islamista Hamás, indicó que al menos 471 personas murieron en el bombardeo del hospital Ahli Arab, en la ciudad de Gaza.
El miembro de los servicios de inteligencia del país europeo señaló que «el edificio principal [del hospital] no fue destruido» en el bombardeo del martes.
«Y el hospital probablemente había sido evacuado previamente, como todos los hospitales del norte de [la Franja de] Gaza» después de la orden dada el viernes por el ejército israelí de evacuar esa región.
Finamente, «ningún elemento corrobora» la posibilidad de que hubiese centenas de personas en el estacionamiento del hospital donde cayó el cohete, dijo la fuente de inteligencia.
Hamás denunció inmediatamente después del bombardeo la autoría de Israel, que desmintió su implicación y lo atribuyó al lanzamiento fallido de un cohete por parte de la Yihad Islámica, otro grupo armado palestino, aliado de Hamás.
«Muchos cohetes tienen incidentes de tiro», comentó el responsable de inteligencia.
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