El 21 de junio es el Día Mundial de la Lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad que ataca a las neuronas motoras ubicadas en la médula espinal y en el cerebro. Estas células nerviosas controlan, entre otras cosas, el funcionamiento de los músculos que, en este caso, se debilitan progresivamente.
De acuerdo a los datos de la Asociación ELA Argentina, “la prevalencia o cantidad de personas que viven con ELA al mismo tiempo es aproximadamente 7 de cada 100.000″. En la actualidad no existen tratamientos que logren curar esta patología tan particular.
La gravedad de la ELA preocupa hace tiempo a la ciencia y a la medicina, que están abocados en el avance de estudios y de posibles soluciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Si bien puede presentarse en cualquier etapa de la vida, la mayoría de los diagnosticados tiene más de 40 años.
1- Causas
En diálogo con Infobae, el doctor Roberto Rey, profesor adjunto en la Universidad de Buenos Aires (UBA), director de la diplomatura de electromiografia de la misma institución y jefe de Neurología en el Sanatorio Finochietto, explicó: “La ELA es una enfermedad del sistema motor y se produce por una degeneración y muerte precoz de un grupo de neuronas -tanto cerebrales como para la médula espinal- en el bulbo raquídeo (NdeR: una estructura del sistema nervioso)”.
“Las causas de la ELA no se conocen con precisión -siguió el experto-, hay un mínimo porcentaje de casos hereditarios y, cuando esto sucede, se ven varias generaciones afectadas en un grupo familiar. Pero más del 95% de los casos de ELA son esporádicas sin que se conozcan las causas que las generan”.
En la misma línea fue Conrado Estol, especialista argentino en neurología, salud y bienestar y fundador de la Clínica Breyna en Buenos Aires: “La ELA que fue descripta a fines del siglo XIX por el neurólogo francés Jean Martin Charcot, y su nombre deriva de que la región lateral de la médula espinal sufre una esclerosis que lleva a la debilidad y atrofia de músculos -amiotrofia-”.
“La alteración en la ELA se encuentra en las neuronas motoras del cerebro y de la medula espinal que controlan la actividad muscular. La transmisión de impulsos en esas neuronas se altera causando debilidad en todos los músculos controlados por ellas”, apuntó Estol.
Fuente: Infobae
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