A medio año de que la ANMAT emitiera la primera alerta por el uso de fentanilo contaminado, el caso ya se consolidó como una de las mayores crisis sanitarias de los últimos tiempos en Argentina. El informe más reciente del Cuerpo Médico Forense, presentado ante el juez federal Ernesto Kreplak, confirmó que 38 de las 40 historias clínicas analizadas —sobre un total de 173 víctimas— corresponden a muertes provocadas por infecciones bacterianas asociadas al uso del anestésico adulterado.
El producto, fabricado por HLB Pharma Group S.A. y producido por Laboratorios Ramallo S.A., fue prohibido por la ANMAT tras detectarse la presencia de bacterias como Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, patógenos capaces de generar infecciones graves en pacientes hospitalizados. El organismo ordenó el retiro inmediato del lote 31202 del fármaco “Fentanilo HLB Citrato de Fentanilo 0,05 mg/ml solución inyectable” y suspendió las actividades de ambos laboratorios.
En el plano judicial, la causa ya cuenta con 14 personas procesadas y 6 detenidas, entre ellas directivos y técnicos de las empresas involucradas. Se los investiga por los delitos de envenenamiento culposo, comercialización de sustancias peligrosas y falsificación de medicamentos. Además, la Justicia mantiene medidas de inhibición de bienes y prohibición de salida del país para los principales responsables.
Las pericias confirmaron que el anestésico fue utilizado en diversas clínicas y hospitales del conurbano bonaerense, donde se registraron las muertes. Los especialistas determinaron que las infecciones se produjeron por el uso directo del fármaco contaminado en procedimientos quirúrgicos, lo que provocó cuadros sépticos fulminantes en los pacientes afectados.
El caso, que reveló graves fallas en los controles de producción y trazabilidad de medicamentos, también derivó en la revisión de protocolos de fiscalización en toda la red sanitaria nacional. Mientras la investigación continúa, las familias de las víctimas reclaman justicia y una respuesta estatal más firme frente a lo que ya se considera la peor tragedia sanitaria en la historia reciente del país.