El presidente Javier Milei oficializó la promulgación de las leyes de Financiamiento Universitario y de Emergencia en Salud Pediátrica, que habían sido ratificadas por el Congreso tras el veto presidencial. Sin embargo, el Gobierno resolvió suspender su ejecución hasta que el Poder Legislativo determine de qué manera se financiarán las partidas necesarias para ponerlas en marcha.
Ambas normas habían sido aprobadas nuevamente el 2 de octubre, cuando el Senado insistió en su sanción original. Desde ese momento, el Poder Ejecutivo contaba con diez días hábiles para promulgar las leyes, plazo que se cumplió el lunes. Finalmente, los decretos fueron publicados en el Boletín Oficial, donde se aclara que las leyes quedan promulgadas, pero no podrán ejecutarse hasta que el Congreso “incluya en el presupuesto nacional las partidas que permitan afrontar las erogaciones que su implementación requiere”.
En el caso de la Ley de Financiamiento Universitario, el texto apunta a garantizar recursos estables para las universidades públicas, la investigación y la mejora salarial de los docentes. No obstante, el Ejecutivo argumentó que la norma “no precisa las sumas de crédito necesarias” y que su aplicación sin fondos definidos “resulta inviable en el contexto fiscal actual”.
Algo similar ocurre con la Ley de Emergencia Pediátrica, que busca fortalecer la atención infantil en todo el país. Según el Gobierno, su puesta en marcha “solo podría realizarse desfinanciando otros programas esenciales de salud”.
La decisión generó un inmediato rechazo por parte de gremios docentes y organizaciones universitarias, que consideran que el Ejecutivo “vacía de contenido” las leyes aprobadas por el Congreso. Desde distintos sectores académicos advirtieron que suspender su implementación equivale a mantener sin cambios la situación crítica de las universidades y del sistema de salud infantil.
Mientras tanto, el debate se traslada nuevamente al Congreso, que deberá definir las fuentes de financiamiento y decidir si las incorpora al próximo presupuesto nacional. Hasta entonces, ambas leyes seguirán en pausa, pese a haber sido promulgadas formalmente.