El presidente Javier Milei ratificó su decisión de vetar tres leyes aprobadas por el Congreso que implicaban un aumento del gasto público. El plazo para ejercer el veto venció el jueves 11 de septiembre. Las leyes afectadas son la de financiamiento universitario, la de emergencia pediátrica (que incluye al Hospital Garrahan) y la nueva distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que beneficiaba a las provincias.
La decisión se produce en un contexto de creciente tensión política y económica. La oposición había logrado reunir los votos necesarios para rechazar el veto en el Congreso, pero la falta de consenso en la Cámara de Diputados impidió que se alcanzara la mayoría calificada requerida. Además, el gobierno enfrenta críticas por presuntos casos de corrupción y una creciente presión social.
Las universidades públicas, que habían solicitado una actualización presupuestaria para enfrentar la inflación, y los trabajadores del Hospital Garrahan, que demandaban mejoras en las condiciones laborales, expresaron su rechazo a la medida. También se registraron movilizaciones en diversas provincias en defensa de los ATN.
El veto presidencial marca un nuevo capítulo en la disputa entre el Ejecutivo y el Congreso, en un clima político cada vez más polarizado. Se espera que las decisiones del presidente continúen siendo un tema central en la agenda política y social del país.