Cincuenta años después del último alunizaje del programa Apolo, la NASA se prepara para iniciar una nueva etapa en la exploración de la Luna con la misión Artemis, cuyo primer lanzamiento está programado para los próximos días. Esta iniciativa busca no solo regresar a la superficie lunar, sino establecer una presencia humana sostenible que sirva de base para futuras misiones a Marte.
El programa Artemis se apoya en el cohete más potente de la historia de la agencia espacial estadounidense, diseñado para transportar la cápsula Orion y su tripulación hacia la órbita lunar. La misión inicial, Artemis I, fue un vuelo de prueba no tripulado que puso a prueba los sistemas de la nave en condiciones de espacio profundo, y concluyó con un regreso seguro a la Tierra tras recorrer más de 1,4 millones de millas.
El próximo paso, Artemis II, será la primera misión tripulada del programa y llevará a cuatro astronautas en un vuelo alrededor de la Luna, sin descender a la superficie. Esta misión permitirá evaluar los sistemas de la nave y entrenar a la tripulación para futuras operaciones en la Luna. Finalmente, Artemis III, prevista para 2027, tiene como objetivo llevar nuevamente a humanos al suelo lunar, en la región del polo sur, donde se instalarán tecnologías y experimentos que preparen el terreno para la exploración marciana.
El programa Artemis representa un enfoque renovado en la cooperación internacional y el uso de tecnología avanzada, incluyendo sistemas de soporte vital, propulsión y comunicaciones. La NASA asegura que este proyecto abrirá oportunidades para la participación de empresas privadas en la exploración espacial y permitirá avanzar en investigaciones científicas inéditas en la superficie lunar.