El viento Zonda volvió a golpear con fuerza la capital salteña durante la jornada del viernes 1 de agosto, dejando a su paso daños materiales en distintos puntos de la ciudad. Aunque el fenómeno no provocó víctimas, sí generó escenas de preocupación por caídas de árboles, paredes colapsadas y vehículos destrozados.
Uno de los casos más impactantes ocurrió en la intersección de avenida Belgrano y calle 20 de Febrero, donde una familia resultó ilesa tras el desprendimiento de una gran rama que impactó contra el parabrisas de su auto mientras salían de un estacionamiento. El vidrio quedó destruido, pero no hubo lesionados.
Otro incidente se registró en calle Caseros al 700, donde una pared lateral colapsó y cayó sobre tres autos estacionados, destrozando por completo a uno de ellos. Testigos aseguraron que fue un derrumbe repentino provocado por la intensidad de las ráfagas, que llegaron a superar los 60 km/h.
La Municipalidad de Salta desplegó un operativo de emergencia para asistir a los vecinos afectados y remover escombros y ramas caídas. Desde el área de Protección Ciudadana indicaron que se recibieron múltiples reportes durante la mañana y el mediodía, y que las tareas continuarán durante las próximas horas.
El viento Zonda, típico del invierno en el noroeste argentino, se caracteriza por ser seco, cálido y generar ráfagas fuertes que muchas veces derivan en incendios o colapsos estructurales. Aunque su presencia no es nueva, este episodio reavivó el debate sobre el mantenimiento del arbolado urbano y las construcciones vulnerables.