Devaluación y pérdida de confianza
La devaluación del boliviano ha superado el 160% en zonas de intercambio como Desaguadero. Actualmente, el tipo de cambio alcanza los 5,10 bolivianos por sol peruano, lo que ha erosionado la confianza en la moneda local. Comerciantes relatan que sus proveedores peruanos ya no aceptan bolivianos, por lo que deben cambiar sus ingresos a soles, perdiendo poder adquisitivo y encareciendo los productos en Bolivia.
Escasez de dólares y crisis en las importaciones
La falta de dólares ha profundizado la crisis. Importadores bolivianos enfrentan serias dificultades para acceder a divisas extranjeras, lo que paraliza el comercio y ha llevado al cierre de negocios. En el mercado negro, el dólar llega a cotizarse entre 18 y 20 bolivianos, lo que añade incertidumbre al panorama económico.
Contrabando “a la inversa” y desabastecimiento
Con un boliviano cada vez más débil, ha aumentado el contrabando “a la inversa”: productos como carne, verduras y aceite son sacados ilegalmente hacia Perú y Argentina, donde pueden venderse a mejor precio. Esto provoca escasez de alimentos y una fuerte suba de precios en el mercado interno boliviano.
Impacto social y protestas
La crisis económica afecta profundamente la vida cotidiana. El encarecimiento de los productos básicos, sumado a la inestabilidad cambiaria y a la falta de medidas oficiales eficaces, ha desatado protestas de comerciantes y trabajadores fronterizos que exigen respuestas urgentes al gobierno.
La situación actual refleja una crisis económica de gran magnitud que pone en jaque la estabilidad del comercio, el abastecimiento y la confianza en la moneda boliviana.