Papu Gómez enfrenta una sanción extremadamente severa que se anunció este viernes. Fue inhabilitado por un período de dos años debido a su resultado positivo en un control antidopaje en noviembre de 2022, mientras aún jugaba para el Sevilla, en la antesala del Mundial de Qatar.
El hecho ocurrió cuando en un entrenamiento del club español, se llevó a cabo un sorpresivo control antidopaje.
El descargo del “Papu” Gómez tras dar positivo en un control antidóping
Tras el revés, el “Papu” Gómez explicó que consumió el jarabe de uno de sus hijos, sin una consulta previa con los médicos del club, dado que había pasado una mala noche.
Este comportamiento no está permitido por las autoridades, dado que debería haberlo informado antes de tomarlo.
Según trascendió, tanto Gómez como el Sevilla tomaron conocimiento de esta situación desde hace meses y esto habría sido un impedimento para poder venderlo en el último mercado de pases: ningún club quería asumir el riesgo de un posible castigo.
Esta situación provocó que finalmente las partes acordasen la rescisión del contrato del futbolista, que finalizaba en 2024.
Luego Gómez, único campeón del mundo que no volvió a integrar el seleccionado argentino, firmó contrato en Monza como agente libre a fines de septiembre y hasta el momento jugó dos partidos (15 minutos ante Sassuolo y 25m. frente a Salernitana) en la Serie A italiana.