¿Qué ves cuando ves 14/9? Si ves solo una fecha, esta nota te puede interesar. Si estás preocupado por tu presión arterial, quizás veas algo más. En ese caso, también es conveniente seguir leyendo.

En Argentina, se conmemora hoy el Día del Hipertenso. Su elección no fue por azar: 14/9 (o a 140/ 90 mmHg) representa el valor máximo a partir del cual se considera que una persona tiene la presión arterial alta.

El 14 representa la presión sistólica, comúnmente conocida como la «máxima», aquella que ejerce el corazón cuando se contrae. El 9, la diastólica o «mínima», que ocurre entre latidos.

Conocer los valores es el primer paso para detectar y controlar la hipertensión, el principal factor de riesgo cardiovascular y de mortalidad prematura, ya que incrementa las chances de sufrir infarto cardíaco, ACV y daño renal, entre otros.

En nuestro país, esa es una asignatura pendiente para casi la mitad de las personas que viven con hipertensión, que afecta a más de uno de cada tres adultos, pero el 40% de ellos no lo sabe y, entre quienes sí tienen diagnóstico, más de la mitad está tratado, pero no bien controlado.

Medir no alcanza: hay que medir bien

«Las mediciones exactas de la presión arterial son esenciales para controlar la hipertensión, porque una determinación imprecisa puede afectar de forma significativa el diagnóstico y el tratamiento», afirmó Joaquín Caputo, miembro de la Federación Argentina de Cardiología (FAC).

En el marco del Día del Hipertenso, la FAC, a través de un comunicado, puso el acento en lo que considera «uno de los temas recurrentes en los consultorios cardiológicos», que es cuál es la mejor forma de medir la presión arterial.

¿Por qué es importante realizar una buena medición? Desde la FAC explican que «una sobreestimación de la presión arterial a nivel individual puede llevar al inicio o al aumento innecesario de medicación, lo que expone a la persona a eventos secundarios. Por el contrario, una subestimación puede dejar al individuo expuesto a un factor de riesgo que atente contra su salud».

Esa sobreestimación (obtener un valor más alto que el real) o subestimación (más bajo) no es infrecuente, apunta el comunicado de la FAC: «Como se informa en la Declaración de Posición de la Comisión Lancet de Hipertensión de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el diagnóstico se modificó en el 50% de los pacientes debido a cambios en el método de toma de presión».

¿Cómo se diagnostica la presión arterial?

La presión se puede tomar en un consultorio, en la farmacia, o en casa. Lo puede hacer un enfermero, una tía, el farmacéutico o uno mismo. Pero el diagnóstico de hipertensión lo hace exclusivamente el médico.

«Para hacer el diagnóstico se requiere medir la presión arterial de manera correcta con un aparato automático y validado y realizar varias mediciones. Si el promedio de esas tomas está por encima de 135/85, estamos casi en condiciones de decir que una persona tiene hipertensión arterial», explicó a Clarín Marcos Marin, ex presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA).

«La medición de la presión arterial en el consultorio es muy importante, porque representa la puerta de entrada para conocer los valores de presión arterial de nuestros pacientes», destaca la médica Rocío Martínez, integrante de la SAHA.

Es sencillo, nada invasivo y en caso de que se arribe al diagnóstico de hipertensión, el profesional de la salud indicará un tratamiento (que combina hábitos saludables y fármacos antihipertensivos), lo que ayudará al manejo de la presión.

Pero ese recorrido ideal enfrenta varias barreras en la realidad. Una de ellas es que muchas veces se pierde la oportunidad de tomar la presión cuando el paciente entra en contacto con el sistema de salud.

Lo explica Marin, coordinador de la Campaña Conoce y Controla de la SAHA: «Lamentablemente, en una investigación que realizamos, observamos que sólo al 14% de los pacientes que acuden a la consulta médica se les mide la presión arterial. Entonces este es el principal flagelo, que los médicos no miden la presión arterial de consultorio por diferentes motivos, entre otros porque no tienen ningún tensiómetro».

Limitaciones de la tomar la presión el consultorio

Más allá de eso, y de que el diagnóstico siempre lo realiza el médico, la toma de presión exclusiva en el consultorio enfrenta algunas limitaciones: la escasa reproducibilidad (se necesitan varias tomas en diferentes momentos), la reacción de alarma (lo que se conoce como hipertensión del guardapolvo blanco, la persona puede ponerse más nerviosa en el consultorio y eso alterar sus valores), la variabilidad propia del día y la noche y del reposo y el ejercicio.

«Es por eso que la presión arterial tomada en el consultorio no es suficiente para evaluar a nuestros pacientes, por eso necesitamos mediciones fuera del de él«, apunta Martínez.

Para esto existen dos herramientas: el monitoreo ambulatorio de la presión arterial (MAPA) y el monitoreo domiciliario de la presión arterial (MDPA).

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