El 22 de mayo de 1810, Buenos Aires fue escenario de un histórico Cabildo Abierto que definió el rumbo político del Virreinato del Río de la Plata y marcó el inicio de la Revolución de Mayo. Convocado ante la crisis de legitimidad provocada por la invasión napoleónica a España y la disolución de la Junta Central de Sevilla, el Cabildo reunió a 251 de los 450 vecinos invitados para debatir el futuro del gobierno local .
Desde temprano, la Plaza Mayor se llenó de ciudadanos movilizados, muchos de ellos armados y organizados por figuras como Domingo French y Antonio Beruti, quienes controlaron el acceso al Cabildo para asegurar la participación de criollos en las deliberaciones .
El debate se extendió durante más de diez horas y evidenció dos posturas enfrentadas. Por un lado, los conservadores, representados por el obispo Benito Lué y Riega, defendían la continuidad del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, argumentando que su autoridad seguía siendo válida a pesar de la situación en España . Por otro lado, los revolucionarios, liderados por Juan José Castelli y Juan José Paso, sostenían que, ante la ausencia del monarca legítimo, el poder debía retornar al pueblo, quien tenía el derecho de formar un nuevo gobierno .
La votación final reflejó el triunfo de la postura revolucionaria: 155 votos a favor de la destitución del virrey contra 69 que respaldaban su permanencia en el cargo . Esta decisión sentó las bases para la formación de la Primera Junta el 25 de mayo, marcando el inicio del proceso de independencia de Argentina.
El Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810 no solo fue un hito político, sino también un símbolo de la voluntad popular y el surgimiento de una identidad nacional que se consolidaría en los años siguientes.